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domingo, 11 de junio de 2006
ESTUDIO · Los jóvenes malagueños se inician en el sexo a los 16 años y sin usar preservativo
Un estudio analiza las dudas, inquietudes y creencias sobre el sexo que tienen los jóvenes que viven en municipios del interior de Málaga MÁLAGA 10 Jun. Las primeras relaciones sexuales se producen cada vez a edades más tempranas, con muy poca información y abundantes prejuicios. Un estudio elaborado por el Instituto de Sexología a instancias de la Diputación Provincial de Málaga revela los usos y costumbres de los jóvenes de entre 15 y 24 años del interior de la provincia: desde la Axarquía, al Valle del Guadalhorce, Serranía de Ronda, Nororma (municipios de la zona oriental junto a Córdoba y Granada), a la Sierra de las Nieves o Guadalteba. Las condiciones son diferentes, pero los datos se asemejan bastante a los manejados por los expertos en la capital. Un ejemplo: todos abusan de la píldora postcoital como método anticonceptivo, pero los chicos del interior tienen más dificultades para encontrarla. Los adolescentes del entorno rural sí son más precoces. Los primeros contactos sexuales se producen a los 12 años y el primer coito llega cuatro años después, a los 16. En este caso, las chicas son las que bajan la media, con un gran número que asegura haber perdido la virginidad a los 14 (los datos de toda la provincia sitúan los primeros contactos a los 14 años y el primer coito a los 17). Los chicos objeto del estudio admiten que conocen los métodos anticonceptivos, pero hasta un 67 por ciento dice haber mantenido relaciones sin protección. Le tienen miedo a los embarazos, pero no al contagio de enfermedades como el sida. La mayoría abusa de los sistemas conocidos como la marcha atrás, la píldora postcoital y la toma masiva de píldoras anticonceptivas tras el coito. "Entre las más jóvenes hay mucho miedo al embarazo no deseado y señalan que es porque está muy mal visto en los pueblos. Muchas aseguran que si ocurriera se marcharían del pueblo, tomarían la píldora postcoital o recurrirían al aborto". Las campañas informativas y los puntos de asesoramiento dispuestos por las administraciones en toda la geografía andaluza no han logrado conectar con los jóvenes, que muestran un gran desconocimiento sobre el sexo. Ésta es la primera conclusión a la que han llegado los autores del estudio. "Están mucho más desinformados de lo que pensábamos y en absoluto se está avanzando como creíamos", afirman con decepción la socióloga María del Mar Padrón y la psicóloga Maite Barreda. Ante el sida muestran una gran confusión con interrogantes como: "El sida por la saliva", "¿Con los besos se transmite?", "Los homosexuales chico-chico tienen más riesgo", "Para pegártelo por el sexo tú tienes que penetrar si no, no creo que te lo peguen", "Por la saliva también se pega". El mensaje de las clases o lecciones de prevención que se imparten en sus institutos no llegan a calarles. "Ah, una cosa que trajo una mujer una vez, una especie de esponja (...) que chupa los espermatozoides o algo", comenta un estudiante sobre un método anticonceptivo. Más de la mitad de las chicas de 18 a 24 años reconoce haber utilizado la marcha atrás y la píldora del día después. La mayoría también confirma como una práctica muy extendida el hecho de que el chico no se ponga el preservativo desde el inicio del coito. Es más, es un hecho probado que "si no lo lleva y están en un momento de alta excitación sexual, los dos correrían el riesgo de no ponérselo con tal de conseguir satisfacerse sexualmente". Otra chica confiesa: "Yo no utilizo ningún método, antes tomaba anticonceptivas pero además de que engordo no me gustan y tampoco es que moje mucho, pues hago la marcha atrás". La primera fuente de información sobre sexo de los jóvenes son los amigos, aunque las chicas sí recurren a las mujeres de su familia. Esto se hace más patente en el entorno rural que en la capital o en la costa. "Tienen mucha confianza con todo el entorno femenino de su familia, como madres, hermanas, tías o primas", explica la socióloga María del Mar Padrón. Los chicos reconocen en los grupos de discusión que precipitan la primera vez, ellos por la presión del grupo y ellas como acto de amor y entrega a su pareja. Tras el acto, la mayoría siente un gran desencanto: "La experiencia más bonita, pero la más desastrosa", "Mi primera vez fue lo peor de mi vida. Yo no quería hacerlo, yo en verdad lo quería hacer para decírselo a mis amigas", "Cada vez que me buscaba era para hacer lo mismo, entonces yo me arrepentí mucho. Cuando veía que yo no quería hacerlo más, se quitó de en medio". Otros chicos hablan de la presión y la angustia creada en torno al primer coito: "Y el preservativo se le caía de los nervios... me preguntaba que si lo había sentido y se hinchó de llorar". Los chicos se ven forzados por la edad: "Si tienes 18 años, pues dices ya es el momento, y vas y pruebas, pero vas con tanta ansia, con tanta agonía, que no..." o "un poco desastre porque no conoces, lo conoces pero en la práctica no estás acostumbrado y lo ves, que te impone, no sabes lo que hacer, ni como vas a reaccionar".